Editorial
Gilberto J. López Alanís y Saúl Armando Alarcón Amézquita. Diccionario de la Revolución Mexicana en Sinaloa Conmemorativo del Centenario de la Constitución de 1917 en Sinaloa
Al indagar el fundamento de un objeto de investigación de carácter histórico, en este caso La Etapa Armada de la Revolución en Sinaloa, tal como lo señala el maestro José Gaos, tenemos que asumirla como parte de un pasado que tiene fundamento historiográfico, desde su historiografía. Reflexionemos al respecto: ¿cómo se han expresado en la escritura de carácter histórico los acontecimientos que la representan? ¿Quiénes lo han hecho y en qué contexto? ¿Qué buscaban y qué buscan decirnos? Otra enseñanza del maestro Gaos, “El pasado solo puede reconstruirse desde el presente, por el presente. El presente es la única realidad. En él han de hacerse más o menos reales el pasado y el futuro”. El objeto de investigación que nos ocupa, a más de una centuria de su manifestación, tiene en la actualidad, como referente, la violencia política. La etapa armada es violencia volcada hacia un objetivo, la estructuración de un nuevo poder que buscó otra relación entre gobernantes y gobernados. Se inicia con tintes antiporfiristas de carácter espontáneo, también en el ideario magonista y el cobijo de las propuestas maderistas hasta convertirse en constitucionalista, zapatista o villista.
Gilberto J. López Alanís y Saúl Armando Alarcón Amézquita. Diccionario de la Revolución Mexicana en Sinaloa Conmemorativo del Centenario de la Constitución de 1917 en Sinaloa
Al indagar el fundamento de un objeto de investigación de carácter histórico, en este caso La Etapa Armada de la Revolución en Sinaloa, tal como lo señala el maestro José Gaos, tenemos que asumirla como parte de un pasado que tiene fundamento historiográfico, desde su historiografía. Reflexionemos al respecto: ¿cómo se han expresado en la escritura de carácter histórico los acontecimientos que la representan? ¿Quiénes lo han hecho y en qué contexto? ¿Qué buscaban y qué buscan decirnos? Otra enseñanza del maestro Gaos, “El pasado solo puede reconstruirse desde el presente, por el presente. El presente es la única realidad. En él han de hacerse más o menos reales el pasado y el futuro”. El objeto de investigación que nos ocupa, a más de una centuria de su manifestación, tiene en la actualidad, como referente, la violencia política. La etapa armada es violencia volcada hacia un objetivo, la estructuración de un nuevo poder que buscó otra relación entre gobernantes y gobernados. Se inicia con tintes antiporfiristas de carácter espontáneo, también en el ideario magonista y el cobijo de las propuestas maderistas hasta convertirse en constitucionalista, zapatista o villista.
Héctor R. Olea Andanzas del marqués de San Basilio
Jorge Carmona tuvo, como Gil Blas de Santillana, su hada madrina, su Mencía de Mosquera, que lo colmó de riquezas, después del encuentro con la dama enlutada, al descender del carruaje para penetrar al templo de San Francisco, en la calle de Plateros. Su boda con la bella horchatera, viuda y heredera de Béistegui. Su título nobiliario comprado en algunos miles de francos, en París. Él sabía que era tan aristócrata como Periquillo doctor. Pero hacía gala de sus blasones mostrencos como desquite irrisorio de su turbio y tormentoso pasado. Héctor R. Olea ha sabido engarzar en el oro macizo de sus joyeles esta ruidosa trama de una vida tan jugosa que parece fantasía desmesurada, un poema rutilante que se desgrana sobre el abismo verde de Caribdis, entre un tumulto de espumas. La vida del marqués de San Basilio es la justificación más rotunda del famoso apotegma de La Bruyere: “Se vale en este mundo lo que se quiere valer”. En esta pujante reconstrucción de la época más trascendental y fecunda de nuestra vida literaria y artística, Héctor R. Olea cumple airosamente con el Evangelio estético de don Benito Pérez Galdós; el gran solitario, el demiurgo del esfuerzo, el coloso del pensamiento: “La literatura debe ser siempre enseñanza, ejemplo. Yo escribí siempre, excepto en algunos momentos de lirismo, con el propósito de marcar huella”.
Cipriano Obezo Camargo Obras
¿Qué podemos decir de la obra de un joven que se transformó en el Maestro visionario que encontró en la educación, la lucha social y su disposición de servicio público los elementos que sustentaron su fecunda y provechosa vida? Primero habrá que reconocerle el haber encontrado la forma de darle vida literaria, con autenticidad y cariño, a la expresión social del pueblo mayo de Angostura, respetándole su espíritu, dicción y autoctonía, tan difíciles de lograr; y también habrá que decir que en estas cuatro obras, manifiesta su confianza en la educación y la cultura como fuentes de superación social. En cuanto a su estilo, en cada una de sus exposiciones nos introduce al tema con claridad, sin falsas llamadas de atención; lo desarrolla poco a poco, preparándonos para el desenlace que transforma en un final que enseña, alecciona, dejando el mensaje que deja huella en el lector.
Nicolás Vidales Soto
Cipriano Obezo Camargo Obras
¿Qué podemos decir de la obra de un joven que se transformó en el Maestro visionario que encontró en la educación, la lucha social y su disposición de servicio público los elementos que sustentaron su fecunda y provechosa vida? Primero habrá que reconocerle el haber encontrado la forma de darle vida literaria, con autenticidad y cariño, a la expresión social del pueblo mayo de Angostura, respetándole su espíritu, dicción y autoctonía, tan difíciles de lograr; y también habrá que decir que en estas cuatro obras, manifiesta su confianza en la educación y la cultura como fuentes de superación social. En cuanto a su estilo, en cada una de sus exposiciones nos introduce al tema con claridad, sin falsas llamadas de atención; lo desarrolla poco a poco, preparándonos para el desenlace que transforma en un final que enseña, alecciona, dejando el mensaje que deja huella en el lector.
Nicolás Vidales Soto
María Elvira Careaga Canale La Casa, aquello que los años dejan…
María Elvira Careaga Canale nació el 24 de julio de 1931 en Culiacán, Sinaloa. Estudió Comercio en el Colegio de Sinaloa y ejerció la profesión de Contador Privado.
Ha sido directora de la residencia universitaria “Costanera” de Santiago de Chile. Directora del Centro de Capacitación Hotelero de Montefalco, Morelos, y del Centro Toshi en el Estado de México.
Colaboró en la creación de la Casa de Convivencia “El Dique” ubicada a las orillas del dique Mariquita en Pericos, Mocorito, Sinaloa.
Cuentos Encogidos de Guadalupe Ledesma
La percepción y la manifestación de las contradicciones que rodean nuestra vida cotidiana, son la fuente de donde manan todas las variantes de humorismo, trátese de humor negro, gris o blanco, o de cualquier otro color que usted le quiera poner; lo que no se pone en duda es la enorme capacidad que tiene el humor para subvertir el orden convencional de las cosas. Los Cuentos Encogidos de Guadalupe Ledesma son una muestra de ello, en los cuales el autor no trata de imponer el humor como género literario, sino como una actitud ante la vida. Las situaciones planteadas en sus textos van cargadas de lo absurdo, lo trágico y hasta lo cómico, lo cual nos lleva no a una risa estruendosa, pero sí a una sonrisa irónica y comprensiva.
Cuentos Encogidos de Guadalupe Ledesma
La percepción y la manifestación de las contradicciones que rodean nuestra vida cotidiana, son la fuente de donde manan todas las variantes de humorismo, trátese de humor negro, gris o blanco, o de cualquier otro color que usted le quiera poner; lo que no se pone en duda es la enorme capacidad que tiene el humor para subvertir el orden convencional de las cosas. Los Cuentos Encogidos de Guadalupe Ledesma son una muestra de ello, en los cuales el autor no trata de imponer el humor como género literario, sino como una actitud ante la vida. Las situaciones planteadas en sus textos van cargadas de lo absurdo, lo trágico y hasta lo cómico, lo cual nos lleva no a una risa estruendosa, pero sí a una sonrisa irónica y comprensiva.
Melchor Mendivil Castro, Ludivina y otros cuentos
Ludivina y otros cuentos, de Melchor Mendivil Castro, es una extraordinaria compilación de cuentos, en los que se describe a la perfección la fortaleza, la lucha y la alegría, así como la vulnerabilidad y la fragilidad humana, todo esto detallado al estilo coloquial y ameno muy característico de su autor, dejando siempre un mensaje de optimismo y esperanza.
Con ellos nos transporta a momentos y situaciones ya poco vividas en la generación actual, y nuestro autor, siempre convencido de que todo lo que uno escribe, sea bueno o malo, forma opinión ante el público, nos congratula con estos relatos que de manera humorística nos hacen ver realidades y sueños. Nos deja muy claro que así como para él “Siempre hay una razón para escribir”, para quienes tenemos el gozo de leerlo “Siempre hay una razón para leer”.